ALTAÏR 58 - ESTAMBUL

ALTAÏR 58 - ESTAMBUL

 

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EAN:
8811812059009
Materia:
Revistes viatge turquia
Idioma:
Castellano
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MUCHAS RAZONES PARA VOLVER UNA Y OTRA VEZ

Estambul se reconoce, pero también se descubre. La ciudad tiene historia a raudales, pero también la crea, hoy, ahora mismo. Su tiempo no se detuvo en el año 1453, con la toma de Constantinopla por los turcos otomanos, ni siquiera en 1922, tras la abolición del Sultanato. Impulsada por su crecimiento demográfico, la ciudad se ha visto obligada a reinventarse durante las últimas décadas, poniendo toda la carne en el asador. Se han trazado avenidas y vías rápidas, se levantaron puentes, se ampliaron las líneas de tranvía, a la vez que se mejoraban otros transportes tradicionales como los vapur (transbordadores). Paso a paso, la antigua Estambul —maniatada en callejones, recovecos y pendientes— abrió sus perspectivas, se liberó de corsés… y descubrió que se gustaba. Fruto de esa renovación, Estambul es hoy una ciudad moderna, vital, vanguardista. Para comprobarlo, basta consultar su agenda cultural: no existen disciplinas ni tendencias que queden al margen, para deleite de un público ávido de experimentación. Por supuesto, permanecen las grandes mezquitas y los opulentos palacios, que colman los anhelos de belleza de los visitantes. La ciudad no ha perdido ni un ápice de su interés romántico, de su majestuosidad. La antigua capital de imperios nunca defrauda. Pero sería un error identificar Estambul solo con un deslumbrante museo a gran escala, con un escaparate de civilizaciones que marcaron una época pero que ya forman parte del pasado. La ciudad está rabiosamente viva. Como siempre —acaso más que nunca—, Estambul sigue siendo una encrucijada natural entre Europa y Asia, entre los modelos económicos occidental y de Oriente Próximo, entre laicismo e islamismo, entre el anhelo de libertad individual y la voluntad de preservar identidades colectivas. Sus contradicciones son flagrantes, saltan a la vista en los nuevos barrios, ya sean comerciales, financieros o de precaria autoconstrucción, donde hallan acogida los inmigrantes que, día tras día, llegan desde Anatolia. Estambul, como toda Turquía, afronta una crisis de identidad que no resolverá a corto plazo. Valores tradicionales y modernidad compiten para liderar un futuro que, en cualquier caso, asoma apasionante y lleno de oportunidades. Altaïr agradece a Marc Morte y a Jaume Bartrolí su implicación en este número. En él intentamos transmitir todo su conocimiento y su amor hacia una ciudad, por muchas razones, única.