CRÓNICAS COREANAS

Como otros jóvenes de su generación, José María Contreras Espuny tuvo que hacer las maletas y elegir un país extranjero. Luchó admirablemente contra la burocracia y, tras casarse, puso rumbo a Seúl. «¿Qué puede importarme todo esto?», se preguntará usted, futurible lector. Pues resulta que, además de regalitos para la familia, el autor se trajo un ramillete de Crónicas coreanas que abordan sus experiencias y derrochan humor y pesimismo a partes iguales. Las vicisitudes de un aspirante a profesor en Corea del Sur resultan de interés por lo gozoso de la prosa con que están descritas y por su sorprendente punto de vista ?unas veces escandaloso, otras de sentido común?. El libro, a través de la observación meticulosa y huyendo del aburrimiento, presenta una serie de juicios certeros sobre la idiosincrasia del pueblo surcoreano, así como el análisis de otros hechos relevantes, tales como la conflictiva relación con Corea del Norte. En definitiva, un libro que combina la información sobre este país extranjero y el relato hilarante de las experiencias allí vividas junto a su mujer, Matilde, quien, en palabras del propio autor, «es la causa de todos estos desastres».


José María Contreras Espuny (Osuna, 1987) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y doctor en Estudios Literarios por la Universidad Complutense. Ha cursado tres másteres: Periodismo Cultural (Universidad San Pablo CEU de Madrid), Filosofía y Cultura Moderna (Universidad de Sevilla) y Guión y Creatividad Audiovisual (Universidad de Sevilla). Ha ejercido como profesor en la Universidad Hankuk de Estudios Extranjeros de Seúl y como redactor cultural para el Instituto Cervantes en su sede central de Madrid. Actualmente imparte docencia en el departamento de Filologías Integradas en la Escuela Universitaria de Osuna, centro adscrito a la Universidad de Sevilla. Hasta la fecha ha publicado dos poemarios y, además de un buen número de artículos aparecidos en diversos medios de comunicación, escribe periódicamente en su blog Animal de azotea.